Hernán Mourelle debió reconocer que no era cierto que el aumento propuesto fuera el que había anunciado el intendente. Admitió que el aumento podría ser del 72%.
El secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, reconoció que el aumento de la Tasa de Servicios Urbanos impulsado por la gestión del intendente Carlos Arroyo, el cual se encuentra en tratamiento en el Concejo Deliberante, supera por lejos el 24% promedio que hasta ahora venía siendo anunciado por el gobierno y por algunos concejales oficialistas.
Durante su presentación en la comisión de Hacienda el funcionario admitió que la suba propuesta podría ser de un 72%. Unidad Ciudadana hizo notar que, según sus cálculos, la TSU tendría en realidad un incremento promedio del 265%. A la tarde a través de un comunicado, la Municipalidad lo desmintió.
Mourelle se presentó ayer ante los concejales para describir los principales lineamientos de las ordenanzas fiscal e impositiva y exponerse a consultas acerca del impacto de las medidas recaudatorias promovidas por su dependencia, mediante las cuales intenta disminuir el creciente déficit presupuestario de la comuna.
En ese contexto el controvertido secretario fue blanco de duras críticas por parte de los concejales, incluidos los de la UCR, quienes le anticiparon que aún cuando la gestión de Arroyo se resista a introducir modificaciones, serán promovidos varios cambios en varias de las propuestas fiscales planteadas por el Ejecutivo.
Mourelle concurrió al Concejo acompañado por Mariano Correa, un funcionario hasta ahora desconocido, quien según dijo, venía trabajando en la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) y explicó que desde hace algunas semanas se encuentra a cargo de la Agencia de Recaudación Municipal (ARM).
Ante las preguntas concretas acerca de cuál será el impacto de la suba de la TSU, la cual aportan a más de 400 mil contribuyentes, Mourelle se mostró elusivo hasta que finalmente debió admitir que el incremento será muy superior al 24% que había sido anunciado, incluso, por el intendente Carlos Arroyo.
Al tener que dar explicaciones el secretario dejó al descubierto que durante los últimos meses el gobierno local vino haciendo mención a una cifra que, según los números mencionados durante la reunión, no se condice con la realidad.
De hecho el funcionario debió explicar que la suba del 24% afectará únicamente al valor básico de la TSU, que es apenas uno de los ítems base a los cuales se calcula el valor de la tasa.
Luego de eso reconoció que otras variables también sufrirán subas, lo que provocará como resultado un aumento “promedio en pesos del 72%”.
Sin embargo hasta esa cifra fue desmentida por la oposición, frente a lo cual Mourelle no realizó nuevos comentarios.
Cuál sería la suba real
Ante la resistencia del secretario a compartir mayores datos, la explicación más precisa sobre cuál será la magnitud del aumento de la TSU partió de la concejal de Unidad Ciudadana, Virginia Sivori, quien se ocupó de alertar de qué manera variarán los montos que deberán pagar los inmuebles edificados pertenecientes a cada una de las nueve categorías existentes.
Según Sivori, los aumentos serían del 877% para las propiedades de la categoría uno, del 683% para los de la categoría dos, del 156% para los de la tres, 104% para los de la cuatro, del 68% para los de la cinco, del 60% para los de la seis, del 41% para los de la siete, del 23% para los de la ocho y del 30% para los de la nueve.
Según la concejal, estas cifras arrojan un aumento promedio ponderado del 265% que “no va a poder ser pagado por muchos contribuyentes”.
Frente a estos números Mourelle no realizó ninguna objeción en ese momento -recién a la tarde se difundió el comunicado- y sólo se ocupó de tratar de justificar el sentido de la medida, explicando su intención de “eliminar los subsidios”, que en su opinión, benefician a los sectores de mayor capacidad contributiva de la ciudad.
Sin apoyo de la UCR
Durante su presentación en el Concejo Mourelle no sólo recibió críticas por la magnitud del aumento de la TSU, sino también por su pretensión de eliminar exenciones tributarias y por su frustrado intento de gravar a la actividad primaria y a las exportaciones.
Por ejemplo la concejal de 1País, Mercedes Morro, volvió a criticar su propuesta de obligar a los sindicatos a pagar la TSU por sus inmuebles, acusando a la gestión de Arroyo de pretender “castigar a los gremios y a los trabajadores”.
La quita de exenciones también fue cuestionada por la radical Vilma Baragiola, quien además de apoyar los planteos de los sindicatos y los martilleros, dejó entrever que su bancada no acompañaría la suba de la TSU tal como fue planteada.
En la misma sintonía la radical Cristina Coria expuso objeciones contra los resultados de la actuación de Mourelle y advirtió también que su bloque impulsará cambios para corregir los proyectos en materia de exenciones y en relación a las propuestas de aumento de las tasas en general.